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En el nombre del Padre y del hijo y del espíritu Santo, amén.

Respetado Creador en esta nueva mañana me acerco a ti con un corazón lleno de gratitud, agradeciéndote por todas las bendiciones que nos concedes cada día. Señor, tú eres el Creador de todo lo bueno y perfecto, y en tu infinita bondad, nos das más de lo que merecemos, yo te agradezco por el regalo de la vida, por el aire que respiro y por cada amanecer que puedo contemplar, porque en cada uno de ellos veo tu amor reflejado.

Bendito Creador, gracias por la salud que me das, permitiéndome levantarme cada día con energía y vitalidad. En tu infinita misericordia, me das la fuerza necesaria para enfrentar cada reto y la sabiduría para tomar las decisiones correctas, por eso, te alabo y te bendigo, porque sé que estás siempre conmigo, guiándome y protegiéndome con tu amor eterno. Así mismo, te agradezco por cada momento de paz y alegría que me regalas, pues son muestras de tu inagotable bondad.

Salvador mío, gracias por la familia y los amigos que pones en mi vida, ellos son un reflejo de tu amor y tu compañía, cada uno de ellos es una bendición que me anima y me sostiene en el camino, por ello, te pido que los cuides y los bendigas, así como lo haces conmigo. Dios mío, te agradezco por permitirnos compartir momentos de felicidad y por darnos la oportunidad de crecer juntos en fe y amor.

Padre Celestial, gracias por los dones y talentos que me has dado, por las oportunidades que me ofreces para utilizarlos y por la gracia de poder servirte a través de ellos, te ruego me ayudes a emplear estos dones con humildad y generosidad, para que pueda ser un instrumento de tu paz y amor en el mundo, de igual manera, te agradezco por cada logro y cada fracaso que haya tenido, pues ambos son parte de tu plan perfecto para mi vida.

Señor, gracias por la naturaleza y todo lo que nos rodea, porque a través de ella podemos sentir tu presencia y admirar tu grandeza. Bendito Creador, en cada flor, en cada árbol y en cada criatura, vemos reflejada tu obra maestra, por eso, te pido que nos ayudes a cuidar de este hermoso planeta que nos has confiado, para que las futuras generaciones también puedan disfrutar de tu creación.

Dios mío, te doy gracias por escuchar mis plegarias y por estar siempre a mi lado, y en esta mañana te pido que me des un corazón agradecido y un espíritu lleno de amor y generosidad, también que me guíes en cada paso que dé hoy, para que pueda vivir de acuerdo con tu voluntad y tenga un día muy próspero y bendecido. Gracias, Señor, por todo lo que me das cada día, porque sé que en todo momento estarás, a mi lado.

Amén +

REFLEXIÓN

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, al comenzar este nuevo día, es importante que elevemos nuestro corazón en gratitud al Creador por todas las bendiciones que recibimos continuamente. Como cristianos, estamos llamados a reconocer y agradecer la generosidad de Dios en nuestras vidas, como lo dice el salmista: “Den gracias al Señor, porque él es bueno; su amor perdura para siempre” (Salmo 118:1). Esta actitud de agradecimiento no solo nos acercará más a Dios, sino que también nos llenará de paz y alegría.

Amigos, cada día es un regalo precioso de nuestro Padre Celestial, al abrir los ojos cada mañana, debemos recordar que la vida misma es una bendición y que cada momento es una oportunidad para experimentar el amor y la misericordia de Dios. El hecho de tener salud, energía y la capacidad de enfrentar un nuevo día es motivo suficiente para darle gracias al Señor, pues “El amor del Señor no tiene fin, ni se han agotado sus misericordias; se renuevan cada mañana” (Lamentaciones 3:22-23).

La familia y los amigos también son un reflejo del amor de Dios en nuestras vidas, ya que, a través de ellos, experimentamos apoyo, compañía y amor incondicional. Es fundamental entonces que reconozcamos estos lazos como un regalo divino y que le demos gracias a nuestro bendito Creador por cada persona que forma parte de nuestra vida. Estos vínculos nos sostienen y nos ayudan a crecer en nuestra fe, por lo que debemos cuidar y valorar estas relaciones con mucha gratitud y cariño.

Dios también nos ha dotado de dones y talentos únicos que nos permiten servirle y servir a los demás, y al usar estos dones con humildad y generosidad, cumplimos nuestra misión cristiana de ser instrumentos de paz y amor en el mundo, por eso agradezcamos a nuestro amado Dios por estas habilidades y por las oportunidades que nos brinda para ponerlas en práctica. Recordemos siempre que todo lo que somos y todo lo que tenemos proviene de él, y que nuestra vocación es usar estos dones para su gloria.

La creación misma también es un testimonio de la grandeza de Dios, ya que cada elemento de la naturaleza, desde la más pequeña flor hasta el vasto cielo, nos habla del amor y la creatividad del Creador. Al contemplar la belleza del mundo que nos rodea, debemos sentirnos impulsados a dar gracias y a cuidar de esta casa común que Dios nos ha confiado, y nuestro respeto y cuidado por el medio ambiente son una forma de mostrar gratitud a Dios por el maravilloso hogar que nos ha dado.

Finalmente, hermanos y hermanas, la invitación de hoy es a que vivamos cada día con un corazón agradecido. La gratitud nos abre a la gracia de Dios y nos permite ver su mano en todas las cosas, y al agradecer por todo lo que tenemos y todo lo que somos, nos acercamos más a Dios y cultivamos un espíritu de humildad y amor. Por eso, que nuestra oración diaria sea siempre un acto de agradecimiento, y que nuestro vivir refleje la gratitud por el amor infinito de Dios.

Que Dios los bendiga y que tengan una excelente jornada.

Hermanos para terminar nuestra oración de hoy, hagamos un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.