ORACIÓN DE LA MAÑANA DE HOY 11 DE JUNIO – BENDÍCEME SEÑOR – OREMOS CON AMOR – SALMO 73:23
https://www.facebook.com/YocreoenDiosI
En el nombre del Padre y del hijo y del espíritu Santo, amén.
Amado Dios, en este nuevo amanecer, me postro ante tu presencia con un corazón lleno de gratitud y esperanza. Bendíceme, Señor, en este día que comienza, y derrama sobre mí tu gracia infinita, yo te doy gracias por el don de la vida y por cada bendición que he recibido hasta ahora. En tu amor encuentro la fuerza para seguir adelante, y en tu sabiduría, la guía que necesito para tomar cada decisión.
Señor, te pido que en esta jornada ilumines mi camino y me des la fortaleza para enfrentar cualquier desafío que se presente, ya que tú conoces las luchas y los temores que llevo en mi corazón. Amado Dios, te suplico que me concedas la paz y la serenidad para confiar en tu plan perfecto, que tu presencia me acompañe siempre y que tu espíritu me llene de sabiduría y discernimiento.
Salvador mío, en los momentos de alegría y éxito, te doy gracias con todo mi ser, y ahora te pido tu ayuda para recordar siempre que todo lo bueno viene de ti y que sin tu gracia nada es posible. Dios mío, enséñame a ser humilde y a reconocer tus bendiciones en cada aspecto de mi vida, ayúdame Señor, y hazme un reflejo de tu amor y tu generosidad en el mundo.
Bendito Creador, te pido que protejas a mi familia y a mis seres queridos en este día, que tu mano poderosa los guíe y los proteja en cada paso que den. Amado Dios, llena sus corazones de tu paz y fortaleza, y que sientan tu amor en cada momento, por favor concede a cada uno de ellos la gracia de vivir en tu presencia y de confiar siempre en tu bondad infinita.
Amado Creador, hazme un instrumento de tu paz y tu amor en el mundo, que mis palabras y acciones reflejen tu compasión y tu justicia. Padre Celestial, dame la gracia de servir a los demás con un corazón generoso y de ser una luz en medio de la oscuridad, para que cada día de mi vida sea una oportunidad para acercarme más a ti y para llevar tu mensaje de esperanza a quienes me rodean.
Para terminar, mi Dios, te entrego este día con confianza y fe, bendíceme y no permitas que me aparte de tu lado. Amado Dios, en cada momento de este día, quiero sentir tu presencia y tu guía, para que tu amor y tu gracia me sostengan siempre, y que mi vida sea un reflejo de tu gloria.
Amén +
REFLEXIÓN
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
En esta hermosa mañana, nos reunimos para reflexionar sobre la importancia de buscar y recibir las bendiciones de nuestro Señor. Cada día es una oportunidad para acercarnos más a Dios y pedir su guía y protección en nuestras vidas. En el Salmo 67:1, se nos recuerda: “Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros.” Esta petición refleja nuestra necesidad constante de la gracia divina para iluminar nuestro camino y darnos la fortaleza necesaria para enfrentar los desafíos diarios.
El deseo de ser bendecidos por Dios también nos lleva a una actitud de gratitud y humildad. Santiago 1:17 nos dice: “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en quien no hay mudanza ni sombra de variación.” Reconocer que todas las bendiciones provienen de nuestro amado Creador nos ayuda a mantenernos humildes y agradecidos, sabiendo que sin él, nada es posible.
Además, al pedir la bendición de Dios, debemos recordar su promesa de estar siempre con nosotros y de guiarnos en todo momento. En Isaías 41:10, el Señor nos asegura: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” Esta promesa divina nos da la confianza de que, sin importar las circunstancias, Dios está a nuestro lado, fortaleciendo y sosteniendo nuestra fe.
Hermanos, en nuestros momentos de alegría y éxito, es crucial recordar que todo lo bueno viene de Dios. En Deuteronomio 8:18, se nos exhorta: “Antes acuérdate del Señor tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.” Esta enseñanza nos invita a reconocer la mano de Dios en cada bendición que recibimos y a vivir con un espíritu de gratitud y generosidad.
Nuestra oración por bendiciones también debe extenderse a nuestros seres queridos, pidiendo protección y guía para ellos. En Números 6:24-26, encontramos una hermosa bendición: “El Señor te bendiga y te guarde; el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia; el Señor alce sobre ti su rostro y ponga en ti paz.” Este anhelo de bienestar para nuestros seres queridos refleja el amor y la compasión que debemos tener como seguidores de Cristo.
En conclusión, como cristianos, estamos llamados a ser instrumentos de la paz y el amor de Dios en el mundo. Jesús nos dice en Mateo 5:16: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” Al recibir las bendiciones de Dios, debemos compartirlas con los demás, viviendo de manera que nuestras acciones reflejen la compasión y la justicia de nuestro Creador.
Hermanos y hermanas, que cada día sea una oportunidad para pedir y recibir las bendiciones de Dios, viviendo en gratitud y compartiendo su amor con todos los que nos rodean y que su gracia y su paz estén siempre con nosotros, guiándonos y sosteniéndonos en nuestro caminar diario.
Que tengan un excelente día y que hoy estén bendecidos por el Señor.
Hermanos para terminar nuestra oración de hoy, hagamos un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
0 Comentario