ORACIÓN DE LA MAÑANA DE HOY 12 DE JUNIO – CONDÚCEME A TU MORADA MI DIOS – OREMOS CON AMOR – SALMO 37:7
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En el nombre del Padre y del hijo y del espíritu Santo, amén.
Amado Dios en este nuevo amanecer elevo mi corazón hacia ti con humildad y devoción, suplicando tu guía y tu presencia. Condúceme a tu morada, mi Dios, y llena mi vida de tu luz y tu amor infinito, pues en tu presencia encuentro paz y consuelo y en tu sabiduría hallo la dirección que mi alma necesita. Gracias por estar presente y te agradezco por el don de este día y por las bendiciones que continuamente derramas sobre mí.
Señor, en medio de los desafíos y las incertidumbres de la vida, te ruego que me fortalezcas con tu espíritu. Cuando me siento perdido y abatido, sé que solo en tu amor puedo encontrar la verdadera paz, por eso te pido que me des la valentía para enfrentar mis miedos y la sabiduría para seguir tus caminos y ahora condúceme a tu morada, mi Dios, y permíteme vivir en la seguridad de tu abrazo paternal.
Amado Creador, en los momentos de alegría y éxito te alabo y te doy gracias con todo mi ser, por favor enséñame a ser humilde y a reconocer que todo lo bueno viene de ti, y que cada triunfo y cada alegría me acerquen más a tu amor y me hagan más consciente de tu presencia en mi vida, para que mi corazón rebose de gratitud y mi boca proclame siempre tu alabanza.
Bendito Creador, te pido que derrames tus bendiciones sobre mi familia y mis seres queridos, protégelos con tu mano poderosa y guíalos en cada paso que den, y que tu amor los rodee y tu paz reine en sus corazones. Padre Celestial, concede a cada uno de ellos la fortaleza para superar las dificultades y la sabiduría para tomar decisiones que honren tu nombre. Condúceme a tu morada, mi Dios, y hazme un instrumento de tu paz y tu amor en sus vidas.
Salvador mío, haz de mí un reflejo de tu compasión y tu justicia en el mundo, que mis acciones y mis palabras sean un testimonio de tu amor y tu bondad, dame la gracia de servir a los demás con un corazón generoso y de ser una luz en medio de la oscuridad. Amado Creador, que cada día de mi vida sea una oportunidad para llevar tu mensaje de esperanza y salvación a quienes más lo necesitan.
Finalmente, Padre Celestial, te entrego este día con fe y confianza en tu divina providencia, condúceme a tu morada, mi Dios, y no permitas que me aparte de tu lado, que tu amor y tu gracia me sostengan siempre, y que mi vida sea un reflejo de tu gloria. Bendito Creador, te alabo y te bendigo, y con todo mi corazón te pido que me guíes y me protejas en cada momento de mi vida y que siempre estés, a mi lado.
Amén +
REFLEXIÓN
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
En este nuevo amanecer, nos reunimos para reflexionar sobre la importancia de buscar la guía divina en nuestro camino hacia la morada celestial. Cada día nos ofrece una oportunidad para acercarnos más a Dios y permitir que su luz ilumine nuestro camino. En el Salmo 25:4-5, encontramos una hermosa súplica: “Muéstrame, oh Señor, tus caminos; enséñame tus sendas. Guíame en tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti espero todo el día.” Esta petición nos recuerda la necesidad constante de pedir la guía de Dios y confiar en su sabiduría para dirigir nuestras vidas.
Nuestra jornada diaria está llena de desafíos e incertidumbres que pueden desalentarnos, pero la Escritura nos ofrece consuelo y fortaleza. En Isaías 40:31, se nos asegura: “Pero los que esperan en Dios tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” Esta promesa divina nos anima a confiar en que, con la ayuda de Dios, podemos superar cualquier obstáculo y encontrar renovación en su amor.
En los momentos de alegría y éxito, es crucial mantener un espíritu de humildad y gratitud, reconociendo que todo lo bueno proviene de nuestro amado Creador, al reconocer esto, nuestros corazones deben estar llenos de agradecimiento y nuestras vidas deben reflejar la alabanza a Dios por sus bendiciones.
Hermanos, es fundamental orar por la protección y el bienestar de nuestras familias y seres queridos. En el Salmo 91:11, se nos promete: “Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos.” Al encomendar a nuestros seres queridos a Dios, confiamos en su amor y su poder para protegerlos y guiarlos en cada paso que den.
Amigos míos, como cristianos, estamos llamados a ser reflejo de la compasión y la justicia de Cristo en el mundo. Jesús nos enseñó en Mateo 5:14-16: “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder… Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” Al vivir según estas palabras, nuestras acciones y palabras deben ser testimonio del amor y la bondad de Dios, llevando esperanza y consuelo a quienes nos rodean.
Para terminar, en nuestra búsqueda diaria de la morada celestial, debemos confiar plenamente en la providencia divina. Por ejemplo, en Proverbios 3:5-6, se nos aconseja: “Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.” Esta exhortación nos invita a rendirnos a la voluntad de Dios, confiando en que él nos guiará y protegerá en cada momento de nuestras vidas.
Hermanos y hermanas, que cada día sea una oportunidad para pedir la guía de Dios y vivir en su presencia, reflejando su amor y su gracia en todo lo que hacemos. Que su paz y su bendición estén siempre con nosotros, guiándonos hacia su morada eterna.
Que Dios los bendiga en este nuevo día y que tengan un extraordinario día.
Hermanos para terminar nuestra oración de hoy, hagamos un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
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