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En el nombre del Padre y del hijo y del espíritu Santo, amén.

Padre Celestial, en este nuevo día nos postramos ante ti con corazones humildes y agradecidos, reconociendo tu infinita grandeza y amor. Te pedimos, Señor, que guíes nuestro caminar en cada momento de este día, iluminando nuestro sendero con tu luz divina, pues sabemos que sin tu dirección, estaremos perdidos y desorientados, por eso confiamos en que tú, amado Dios, nos llevarás siempre por caminos de justicia y paz.

Amado Creador, en tu inmensa sabiduría, conoces los desafíos y decisiones que enfrentaremos hoy, por ello te suplicamos que nos concedas la claridad y el discernimiento necesarios para tomar decisiones que sean agradables a tus ojos. Te rogamos, mi Dios, que apartes de nuestro camino cualquier obstáculo que nos aleje de tu voluntad, y así mismo, que nos llenes de valor para seguir adelante con fe y confianza en ti.

Bendito Creador, tú eres la fuente de toda vida y bendición, por eso te pedimos que derrames tu gracia sobre nosotros, para que podamos reflejar tu amor en todo lo que hagamos. Que nuestras palabras y acciones sean guiadas por tu Espíritu Santo, para que podamos ser luz en medio de la oscuridad. De igual manera, te pedimos que nos fortalezcas en momentos de debilidad y que nos recuerdes siempre que en ti encontraremos nuestra verdadera fuerza.

Dios mío, en esta jornada que comienza, queremos entregarte todos nuestros planes y proyectos, confiando en que tú tienes un propósito perfecto para cada uno de nosotros. Que nuestra vida sea un testimonio de tu amor y misericordia, y que a través de nuestro caminar, otros puedan conocerte y alabarte. Por eso, te pedimos que nos mantengas firmes en la fe, y que nos des la sabiduría para reconocer tu mano guiándonos en cada paso que demos de ahora en adelante.

Salvador mío, reconocemos que solo en ti encontramos la verdadera paz y el gozo que nuestros corazones anhelan, por ello, te pedimos que llenes nuestro día con tu presencia, que nos protejas de todo mal y que nos guíes por senderos de rectitud. Mi Dios, que tu amor nos envuelva y nos inspire a vivir de acuerdo a tus mandamientos, siendo siempre fieles a tu Palabra.

Dios eterno, te agradecemos por escucharnos y por estar siempre a nuestro lado, guiándonos con tu amor inagotable. A medida que avanzamos en este día, te pedimos que tu presencia nos acompañe en cada momento y que podamos sentir tu paz en nuestros corazones. Que nuestro caminar sea siempre en tu luz, y que nuestra fe en ti se renueve cada día.

Amén +

REFLEXIÓN

Queridos hermanos y hermanas, al iniciar este nuevo día, recordemos la importancia de buscar la guía de nuestro Padre Celestial en cada paso que damos. La vida está llena de decisiones y desafíos, y es en estos momentos cuando más necesitamos la luz de Dios para iluminar nuestro camino. Tal como nos dice el Salmo 119:105, “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”. Por eso, que esta verdad nos impulse a siempre buscar su dirección en todo lo que hacemos.

Amigos míos, es vital reconocer que nuestra sabiduría y fuerza humanas son limitadas, pero cuando nos apoyamos en Dios, encontramos la claridad y el discernimiento que solo él puede ofrecer. En Proverbios 3:5-6, leemos: “Fíate de Dios de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas”. Esta promesa debe ser nuestra ancla, confiando plenamente en que Dios enderezará nuestro camino cuando lo busquemos con toda humildad.

Hermanos, la oración y la reflexión diaria son esenciales para mantenernos en sintonía con la voluntad de Dios. Al comenzar cada día en oración, estamos abriendo nuestros corazones y mentes a la guía divina, permitiendo que el Espíritu Santo nos dirija. Este acto de entrega nos ayuda a vivir de manera que refleje el amor y la gracia de Dios en nuestras vidas, siendo testimonios vivos de su misericordia y bondad.

Además, es importante recordar que no estamos solos en este caminar, ya que somos parte de una comunidad de creyentes que también busca la guía de Dios. Al unirnos en oración y apoyo mutuo, fortalecemos nuestra fe y creamos un ambiente donde el amor de Dios puede ser experimentado de manera tangible. Como dice Jesús en Mateo 18:20, “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.

Cada día es una nueva oportunidad para entregar nuestros planes y proyectos a Dios, confiando en que su propósito para nosotros es perfecto. Al hacerlo, estamos permitiendo que Su voluntad se manifieste en nuestras vidas, lo cual nos brindará paz y seguridad, sabiendo que estamos caminando en la dirección correcta. De esa manera, que esta entrega diaria nos lleve a una relación más profunda con nuestro Creador, donde podamos escuchar Su voz con claridad y seguir su guía con obediencia y amor.

Para terminar, amados hermanos, los invito a que vivamos cada día con gratitud, sabiendo que la presencia de Dios nos acompaña en cada momento. Que Su amor y Su luz sean nuestra guía constante, y que nuestra fe se renueve y fortalezca continuamente. Caminemos entonces, en la luz del Señor, confiando en que Él siempre estará con nosotros, guiándonos y protegiéndonos en cada paso de nuestro camino.

Que Dios guíe sus pasos hoy y que su día sea extraordinario.  

Hermanos para terminar nuestra oración de hoy, hagamos un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.