ORACIÓN DE LA MAÑANA DE HOY 20 DE JUNIO – LLÉNAME DE TU BONDAD MI DIOS – OREMOS CON AMOR
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En el nombre del Padre y del hijo y del espíritu Santo, amén.
Amado Dios, al comenzar este nuevo día, te saludamos agradecidos por tu infinita compasión y misericordia. Te pedimos, Señor, que nos llenes con tu bondad divina, para que podamos reflejar tu amor y piedad en todo lo que hagamos, pues sabemos que solo en ti encontramos la verdadera bondad que transforma nuestras vidas y nos acerca más a ti.
Padre Celestial, en tu inmensa sabiduría y amor, nos has llamado a ser portadores de tu bondad en este mundo, por eso, te suplicamos que nos des un corazón puro y generoso, capaz de amar y servir a los demás sin reservas. Así mismo, te pedimos que nos ayudes a ver a todos con los ojos de tu amor, reconociendo la dignidad y el valor de cada persona como hijos tuyos, y que nuestra vida sea un reflejo de tu bondad infinita, bendito Creador.
Mi Dios, en un mundo lleno de oscuridad y sufrimiento, necesitamos tu bondad más que nunca. Te rogamos que nos llenes con tu Espíritu Santo, para que podamos ser luz de esperanza y consuelo para aquellos que sufren, por ello, te pedimos que nos des la fortaleza y el coraje para actuar con bondad y justicia, incluso cuando es difícil. Que nuestras acciones sean un testimonio vivo de tu amor incondicional y tu misericordia infinita amado Señor.
Salvador mío, sabemos que no somos perfectos y que muchas veces fallamos en vivir conforme a tu voluntad, por eso, te pedimos perdón por nuestras faltas y te suplicamos que nos renueves con tu bondad y tu gracia. Llénanos por favor de humildad, para reconocer nuestras debilidades y la necesidad de tu sabiduría para buscar siempre tu guía. Que en cada acto de bondad que realicemos, podamos sentir tu presencia y tu amor transformador, que poco a poco nos una más a ti.
Dios mío, en esta mañana también te entregamos todas nuestras preocupaciones y cargas, confiando en que tú nos sostendrás con tu amor y bondad. Te pedimos que nos ayudes a confiar plenamente en ti, sabiendo que en tu bondad encontramos paz y seguridad. Así mismo, te rogamos que nos llenes de gratitud por todas las bendiciones que nos has dado, y que podamos compartir esas bendiciones con los demás, siendo instrumentos de tu piedad en el mundo.
Amado Creador, te damos gracias por escucharnos y por derramar tu bondad sobre nosotros. A medida que avanzamos en este día, te pedimos que tu presencia nos acompañe en cada momento y que podamos sentir tu amor y tu misericordia en nuestras vidas, y que nuestras palabras y acciones sean siempre un reflejo de tu amor infinito, y que nuestra fe en ti se renueve y fortalezca continuamente de tu mano.
Amén +
REFLEXIÓN
Queridos hermanos y hermanas, al comenzar este nuevo día, es fundamental reconocer la inmensa bondad de nuestro Dios. Su misericordia nos envuelve y nos sostiene, invitándonos a ser reflejos de su amor en un mundo que tanto lo necesita. En el Salmo 34:8 leemos, “Gustad, y ved que es bueno Dios; dichoso el hombre que confía en él”. Este versículo nos llama a experimentar la bondad de Dios en nuestras propias vidas y a confiar en su benevolencia infinita.
Y es que Dios, en su infinita sabiduría, nos ha llamado a ser portadores de su compasión y amor en este mundo. Y no es suficiente simplemente con recibir su bondad; también estamos llamados a compartirla con los demás, y a ser instrumentos de su paz y justicia, como nos recuerda el apóstol Pablo en Efesios 2:10, “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. Nuestra misión entonces es clara: actuar con bondad y amor en todas nuestras interacciones con los demás.
La bondad de Dios entonces, es un faro de luz en medio de la oscuridad y el sufrimiento. En un mundo lleno de desafíos y dificultades, es vital que permitamos que la bondad divina nos transforme y nos guíe, pus al ser receptores de esta piedad del Señor, somos capacitados para ser luces de esperanza y consuelo para quienes nos rodean, pues nuestra fe nos llama a actuar con compasión y justicia, llevando el amor de Dios a todos los rincones de nuestras vidas.
Hermanos, todos sabemos que no somos perfectos y que a menudo fallamos en reflejar la bondad de Dios en nuestras acciones, sin embargo, nuestra fe nos enseña que podemos recurrir siempre a la misericordia y gracia de Dios para ser renovados y fortalecidos. En momentos de debilidad, debemos recordar que Dios es siempre misericordioso y está dispuesto a perdonarnos y a guiarnos de nuevo por el camino correcto, y su bondad es infinita y siempre accesible para aquellos que la buscan con humildad.
Lo que yo les recomiendo es que en nuestras oraciones y reflexiones diarias, pidamos a Dios que nos llene de su bondad y que nos ayude a confiar plenamente en su guía, pues al entregarle nuestras preocupaciones y cargas a Dios, encontramos paz y seguridad en su amor. Recordemos siempre que cada acto de bondad que realizamos es un testimonio vivo del amor incondicional de Dios, por eso es que nuestras vidas deben ser un reflejo constante de su bondad, para que a través de nuestras acciones, otros puedan conocer y experimentar su amor.
Finalmente, hermanos y hermanas, la invitación es a que vivamos cada día con gratitud y confianza en la bondad de Dios. Que Su presencia nos acompañe en cada momento y que nuestras palabras y acciones reflejen siempre su amor infinito, y que nuestra fe en Dios se renueve y fortalezca continuamente, permitiéndonos ser verdaderos instrumentos de su bondad en el mundo.
Que Dios los bendiga y que tengan un día próspero y lleno de amor y bondad.
Hermanos para terminar nuestra oración de hoy, hagamos un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
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