theme-sticky-logo-alt

ORACIÓN DE LA MAÑANA DE HOY LUNES 16 DE JULIO – ME PONGO EN TUS MANOS SEÑOR – OREMOS CON AMOR

Compartir video en WhatsApp

https://www.facebook.com/YocreoenDiosI

En el nombre del Padre y del hijo y del espíritu Santo, amén.

Me pongo en tus manos, Señor, al comenzar este nuevo día y con humildad y esperanza, elevo mi corazón a ti, mi Dios, sabiendo que tu amor y tu misericordia me guían en cada paso que doy. Tú, que eres el Padre Celestial y el Creador del universo, conoces mis pensamientos, mis miedos y mis alegrías, por eso te pido que en tu infinita sabiduría, me dirijas hacia la verdad y la justicia.

Amado Dios, en las tareas y responsabilidades que este día me depara, te pido tu guía y tu fortaleza, que cada decisión que tome sea para glorificar tu nombre y para servir a los demás con un corazón lleno de amor. Hoy me pongo en tus manos, Señor, para que mi trabajo no sea solo un medio de sustento, sino una forma de ofrecer mi vida como un testimonio vivo de tu bondad y de tu gracia.

En mis relaciones con los demás, Padre Celestial, te ruego que me concedas la paciencia y la comprensión necesarias para ser un reflejo de tu amor incondicional. Ayúdame por favor, a escuchar con el corazón abierto y a hablar con palabras que sanen y reconforten a los demás, y que en cada interacción, pueda mostrar la compasión y la misericordia que tú, Señor, has derramado sobre mí.

Bendito Creador, en los momentos de soledad y duda, me refugio en tu presencia consoladora, cuando las preocupaciones del mundo me abrumen, recuérdame que estoy bajo tu cuidado amoroso. Yo, me pongo en tus manos, Señor, y confío en que tú lleves todas mis cargas, renovando mi espíritu con tu paz que sobrepasa todo entendimiento.

Salvador mío, en los momentos de alegría y éxito, que mi gratitud sea siempre para ti que eres el que me lo da todo. Reconozco que todo lo bueno viene de ti, y que sin tu gracia, nada sería posible, por eso deseo que mi corazón se llene de alabanza y agradecimiento, compartiendo las bendiciones que he recibido con aquellos que me rodean.

Al final de este día mi Dios, que pueda mirar atrás con un corazón lleno de paz, sabiendo que he caminado en tu presencia y bajo tu guía. Te agradezco, Señor mío, por cada oportunidad de crecer en fe y en amor, y me pongo en tus manos, para que todo en mi vida se transforme de manera positiva, para que pueda ver la verdadera felicidad y pueda gozar de la dicha algún día, de estar en la eternidad junto a ti y a mi amado Jesús.

Amén +

REFLEXIÓN

Hermanos, en la vida cristiana, entregarnos plenamente a Dios es un acto de fe y confianza que nos invita a vivir en una relación íntima y continua con nuestro Creador. Esta entrega se manifiesta en el reconocimiento de que, en cada aspecto de nuestra vida, necesitamos la guía y la fortaleza que solo Dios puede ofrecer. Juan nos cuenta cómo Jesús nos enseñó esta profunda verdad cuando dijo: “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, ese da mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5). Esta enseñanza nos recuerda la importancia de mantenernos unidos a él en todo momento.

En nuestras tareas diarias, ya sean laborales, familiares o personales, estamos llamados a ofrecer nuestro trabajo como una ofrenda a Dios. San Pablo nos exhorta: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, pensando en Dios” (Colosenses 3:23). Al poner nuestras labores en las manos de Dios, transformamos nuestras actividades cotidianas en actos de adoración y servicio, confiando en que él dirigirá lo que hagamos hacia el bien.

Las interacciones con nuestros hermanos, son otro ámbito donde debemos buscar la guía divina. Jesús nos mostró el camino del amor y la compasión al mandarnos: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado” (Juan 15:12). Este amor requiere paciencia, empatía y la disposición para perdonar, cualidades que solo podemos cultivar plenamente cuando nos dejamos guiar por el Espíritu Santo. Al poner nuestras relaciones en manos de Dios, permitimos que su amor transforme nuestras interacciones y fortalezca nuestros vínculos con los demás.

En los momentos de tristeza, encontrar refugio en la presencia de Dios es esencial. Jesús nos promete: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27). Esta paz, que supera todo entendimiento, nos consuela y fortalece, recordándonos que no estamos solos en nuestras luchas, y al entregarnos a Dios en estos momentos, encontramos el consuelo y la renovación espiritual que necesitamos para seguir adelante con confianza.

Además, en tiempos de alegría y éxito, también es vital recordar que todas nuestras bendiciones provienen de Dios. San Pablo nos recuerda: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:18). Cultivar un corazón agradecido nos ayuda a reconocer la mano de Dios en nuestras vidas y a compartir generosamente nuestras bendiciones con los demás.

Vivir cada día poniendo nuestra vida en manos de Dios nos permite experimentar una paz y una confianza que trascienden las circunstancias. Esta entrega diaria es un acto de fe que nos une más profundamente a nuestro Creador y nos permite vivir de acuerdo con su voluntad, sabiendo que en sus manos encontramos seguridad, guía y amor eterno.

Que nuestro Padre Celestial los bendiga y que tengan un estupendo día.

Hermanos para terminar nuestra oración de hoy, hagamos un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.

PUBLICACIÓN ANTERIOR
ORACIÓN DE LA MAÑANA DE HOY VIERNES 15 DE JULIO – LIBERA MIS ANGUSTIAS SEÑOR – OREMOS CON AMOR
SIGUIENTE PUBLICACIÓN
ORACIÓN DE LA MAÑANA DE HOY 17 DE JULIO – NO ME ABANDONES SEÑOR – OREMOS CON AMOR

0 Comentario

DEJA UNA RESPUESTA

15 49.0138 8.38624 1 0 4000 1 https://xn--oraciondelamaana-jub.com 300 0